Guía: Montando un PC para ofimática y navegación

Montar un PC para ofimática y navegación web puede parecer una tarea sencilla, pero lo cierto es que esto es una verdad a medias. Ambas tareas son poco exigentes, lo que supone que no será difícil “acertar” y dar con una configuración que cumpla los requisitos necesarios para satisfacer nuestras necesidades, pero otra cosa muy diferente es que dicha configuración sea óptima y no un despilfarro.

En este sentido he visto cosas verdaderamente sorprendentes, como por ejemplo montar procesadores Core i5 en equipos destinados a ofimática y navegación web, algo que se revela como un gasto totalmente injustificado e innecesario, ya que por lo que cuesta dicho procesador podemos montar prácticamente todo el equipo.

Sí, un Core i5 es un gasto innecesario para un equipo de este tipo, como también puede serlo una cantidad excesiva de RAM, un disco duro demasiado grande y, por supuesto, un SSD, ya que no llegaremos a aprovecharlos y por tanto no rentabilizaremos la inversión realizada.

Llegados a este punto debemos hacer una puntualización importante, y es que por ofimática y navegación web debemos entender precisamente eso, tareas sencillas propias de oficinas y de un gran número de empresas, excluyendo otras más específicas y exigentes como el diseño o los programas CAD.

Tras estas aclaraciones podemos entrar directamente en materia, aclarando que no marcamos un presupuesto concreto, sino que buscaremos montar el equipo más económico posible que nos garantice un rendimiento óptimo en ambas tareas.

Placa base:

Como viene siendo habitual lo primero que tenemos que decidir antes de elegir una u otra placa base es la plataforma por la que vamos a optar. Teniendo en cuenta el uso que vamos a dar al equipo nos decantaremos por una CPU de doble núcleo, ya que no aprovecharemos una superior.

Tras estas consideraciones nos decantamos por la plataforma LGA1150 de Intel, ya que dentro de la misma podremos encontrar CPUs de doble núcleo económicas pero con un IPC muy elevado.

Dentro del catálogo de placas base para socket LGA1150 apuntamos a los modelos de gama básica ya que no necesitamos nada superior para nuestro equipo.

Tras una búsqueda exhaustiva nos decantamos por la AsRock H81M-VG4, ya que no sólo cuenta con todo lo que necesitamos, sino que además nos ofrece un mínimo de calidad gracias a sus condensadores sólidos.

Procesador:

Como anticipamos nos decantamos por una solución de doble núcleo de Intel. Descartamos directamente los Core i3, ya que tienen un precio muy elevado y ofrecen una potencia que no necesitamos, así que nos centramos en la gama Celeron y Pentium.

Ambos forman parte de la gama baja de Intel, pero ofrecen un rendimiento muy elevado gracias a las mejoras que ha supuesto la arquitectura Haswell.

Para muchos el Celeron G1840 será más que suficiente, pero nosotros hemos preferido optar por el Pentium G3220, ya que ofrece una mejor experiencia de navegación web y en ciertas aplicaciones que se utilizan con bastante frecuencia en tareas de ofimática, como por ejemplo compresores de archivos.

A nivel de especificaciones el Pentium G3220 está basado en Haswell y cuenta con dos núcleos corriendo a 3 GHz, más que suficiente para disfrutar de una total fluidez en nuestro día a día.

Memoria RAM:

Un punto que de nuevo genera conflicto. Partimos de la base de que utilizaremos Windows 8.1 de 64 bits como sistema operativo, y nos encontramos con que 2 GB son suficientes, al menos en principio, para el uso que le vamos a dar al equipo.

Sin embargo esa cifra, aunque viable, es demasiado ajustada, y al igual que hicimos al decantarnos por el Pentium en vez del Celeron aquí optamos por montar 4 GB de DDR3, garantizando con ello una experiencia lo más fluida posible, así como una mayor vida útil del equipo.

Siguiendo el binomio calidad-precio nos decantamos por un módulo Kingston ValueRAM de 4 GB a 1.333 MHz con latencias CL9.

Tarjeta gráfica:

Con la GPU HD integrada del procesador es más que suficiente, así que esa es la que utilizaremos, puesto que como decimos cubre sobradamente nuestras necesidades.

A nivel de rendimiento la variante que monta el Pentium que hemos elegido se coloca al nivel de una HD 3000, similar a una GT 410M de NVIDIA, por poner un ejemplo más asimilable.

Por otro lado también debemos tener en cuenta que al prescindir de gráfica dedicada no sólo ahorramos dinero, sino que también reducimos las necesidades de alimentación del equipo y, por tanto, el consumo del mismo.

Case y fuente de alimentación:

Las necesidades de alimentación de nuestro equipo son muy pequeñas, así que no necesitamos una fuente de alimentación especialmente potente.

Esto, unido al objetivo de mantener el coste siempre lo más bajo posible, nos lleva a optar por una torre con fuente de alimentación incluida, conjunto que no debería superar los 30 euros.

Con lo dicho en mente elegimos la Spire CoolBox 305, que incluye una fuente de 520W y tiene todo lo que necesitamos, incluyendo conectores frontales.

Disco duro:

Tenemos claro desde un principio que elegiremos un disco duro, ya que un SSD es una inversión demasiado grande que no sólo no rentabilizaremos, sino que además supondrá un gasto extra al obligarnos a elegir un HDD como unidad secundaria, ya que de lo contrario sufriremos importantes limitaciones de espacio.

Las necesidades de almacenamiento de un equipo para ofimática y navegación no suelen ser para nada elevadas, así que con un HDD de 500 GB es suficiente, incluso a largo plazo.

En base a lo expuesto nos decantamos por el WD Blue de 500 GB, ya que cuenta con una velocidad de giro de 7.200 RPM, lo que garantiza una agilidad bastante buena en operaciones básicas de arranque/apagado y copiado/borrado de archivos.

Lector-grabador de DVD:

Es un componente opcional, no estrictamente necesario. Si queremos hacernos con uno el modelo GH24NSB0 de LG es una buena opción.

conclusiones:

A nivel de rendimiento nos llevamos, como dijimos, un equipo muy capaz, económico, con un consumo reducido y un ciclo de vida realmente largo.

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